Un consejo psicológico para jugar contra 1. c4 y 1. Cf3

Muchos ajedrecistas siguen quejándose de tener que elegir un sistema contra 1. c4 y 1. Cf3 que les guste. Bastantes jugadores tienen su defensa preferida contra 1. d4, como la Grünfeld, la India de Rey, la Eslava Clásica, la Semi-Eslava, la Holandesa, lo que sea. Pero éstas son defensas contra 1. d4, no contra 1. c4 ni contra 1. Cf3.

No obstante, existen muchos esquemas anti, que esencialmente son maneras de jugar esas defensas contra 1. c4 y 1. Cf3, como si las blancas hubiesen jugado 1. d4. Muchos esperan también que las blancas transpongan jugando una eventual d4. El ejemplo más famoso es la Anti-Grünfeld, donde las negras intentan emplear el fianchetto con ...Ag7 y ...d5, esperando con desesperación que las blancas transpongan a las líneas principales de la Grünfeld. En su libro Grandmaster Repertoire 19: Beating Minor Openings, Виктор Михалевский analiza en varios capítulos la Anti-Grünfeld. La analiza Питер Свидлер en su serie de la Grünfeld en chess24, tanto contra 1. c4 como contra 1. Cf3.

Está claro que los que juegan estos esquemas esperan casi cada jugada que las blancas transpongan a las aperturas de 1. d4. Pero pudiera decir con mucha certeza que los que juegan 1. c4 y 1. Cf3 empiezan la partida con estas jugadas para evitar la enorme cantidad de teoría de 1. e4 y 1. d4. Contorsionar la posición imaginando que las blancas hubiesen jugado 1. d4 no es una buena estrategia, y les provoca mucho estrés a las negras.

Hay que tratar 1. c4 y 1. Cf3 como aperturas serias que merecen un estudio profundo como 1. e4 y 1. d4. Negarse a estudiar una defensa independiente contra 1. c4 y 1. Cf3 y intentar obligar a las blancas transponer a 1. d4 a toda costa sería un suicidio psicológico en la apertura.

Por ejemplo, jugar la Anti-Grünfeld conlleva estudiar esta posición:



que tiene ciertas semejanzas con la Grünfeld, pero una Grünfeld no lo es, ni lo será si el blanco no es un jugador versátil que juegue 1. e4, 1. d4 1. c4 y 1. Cf3 con frecuencia. Algunos jugadores de la élite hace eso, pero muy pocos ajedrecistas tienen el tiempo suficiente para memorizar toda esa teoría.

De la misma manera, un jugador de la Eslava Clásica intentaría jugar esto:


pensando, «¡Juega 1. d4, joder!» sabiendo que es muy probable que las blancas no lo hagan.

Pero algunos han aprendido a preparar una respuesta adecuada a 1. c4 y a 1. Cf3. Por ejemplo, Chess Stars publicó un libro que analiza 1. c4 e5 y 1. Cf3 d5, no importa cuál sea la defensa preferida de las negras contra 1. d4. Nunca había visto libros que recomendasen que las negras eligiesen un esquema que fuese distinto al de su defensa preferida contra 1. d4.

En el 2016 Chess Stars había publicado un libro sobre el Erizo. De esta manera, las negras pueden jugar este esquema en vez de forzar las cosas esperando que las blancas transpongan a 1. d4.

La clave para vencer a 1. c4 y 1. Cf3 con negras es estudiar estas jugadas con la misma profundidad con la cual se estudian 1. d4 y 1 e4. Si juegas la Nimzo y la India de Rey, igual podrías jugar 1. c4 e5 con negras. Igual si juegas la Grünfeld puedes jugar 1. Cf3 d5. De la igual manera que alguien que juegue la Siciliana pudiera jugar el Gambito de Dama Rehusado.









Comentarios

  1. Ya, pero el problema es que si juego la India de Rey y a 1.Cf3 (esto es más molesto que 1.c4) juego 1...d5, me puede jugar 2.d4! y entonces estoy en una partida normal del peón de dama que no tiene nada que ver con lo que juego.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares